Hasta hace unos años nunca pensé que podía haber aspectos de mí sin descubrir. Especialmente después de ser madre, que es la experiencia más transformadora que vive cualquier mujer.
Pero sí, aún me estoy Autodescubriendo.
Es totalmente fascinante y he podido comprobar a diario que este proceso es aplicable a todas las áreas de la vida. Los talentos son parte de ese camino.
Esas capacidades con las que nacemos que nos hacen desenvolvernos especialmente bien antes unos retos más que otros.
En una entrega anterior hablamos del talento para comandar, ese no se qué de algunas personas que en cuestión de minutos están dirigiéndolo todo.
¿Te consideras una madre con talento para comandar?
Todas nos vemos en la necesidad de darle dirección a la familia, pero, somos diferentes, no tenemos que hacerlo de la misma manera. Si no puedes evitar hacerte cargo y gobernarle la vida a quienes te rodean, seguramente tienes ese talento.
Si eres una madre comandante:
Te gusta todo en orden y te vas a asegurar de que así esté.
Creas un manual de instrucciones para cada quehacer del hogar.
Lo que más desprecias en la vida son las excusas y tener que repetir órdenes.
Tú no llegas del trabajo a hacer tareas a nadie, llegas a verificar que ya todo esté hecho.
Te gusta la gente con iniciativa (mientras hagan lo que tú dices...)
Tus hijos saben a qué atenerse. Aunque sean cinco minutos antes de que llegues a casa corren a hacer sus deberes.
No olvides que la vida siempre es un reto, no podrás tenerlo todo bajo control, aunque lo intentes. Ellos también deben desarrollar su propia personalidad y disfrutar de sus talentos.
El Profesor de la Universidad de Illinois, Wiliam Ayers, en su trabajo "Teaching towards freedom", enfatiza en que:
La libertad no es sólo un regalo, es un desafío, por eso cuando educamos debemos impulsar a los niños hacia la iniciativa, no hacia la obediencia.
No caigas en el error de decidir por ellos. Acompáñalos, pero déjalos que aprendan a tomar sus propias decisiones y sobre todo, déjalos equivocarse.
Hay otro tipo de madres que parecen tener un talento opuesto a nuestras queridas comandantes:
Las madres empáticas tienen talento para sentir las emociones del otro como si fueran las suyas.
Pueden percibir los sentimientos de sus hijos antes de que hablen o comiencen a llorar.
Si acaso eres una madre empática no se te da mucho eso de dar órdenes.
Tratas de incluir a todos en la toma de decisiones y te gusta solucionar los problemas hablando.
Prefieres escuchar lo que necesitan y hacerles entender lo deben hacer.
Te advierto que las madres comandantes no soportan tu paciencia y notarás que tú no soportas su rigurosidad. Pero si te conoces un poco sabes que a la larga eso no será un problema para tí, aceptas con facilidad a las personas diferentes.
Wiliam Ayers invita a la imaginación moral a todo aquel que tiene la misión de educar, es decir, a pensar siempre en cómo se siente la otra persona.
El Arte de Escuchar
Los educadores y especialmente las madres deben poner en práctica la escucha activa para construir relaciones de confianza en las que no se oculten los sentimientos, sea cómoda la convivencia y sea fácil decir la verdad.
La empatía te permitirá ser flexible, pero recuerda que debes tener estructura, las reglas siempre son necesarias, la disciplina y el compromiso también.
Si alguno de tus hijos tiene talento para comandar enséñale que eso está bien, que será un líder aún si no lo desea, pero nunca debe lastimar a los otros para conseguir lo que quiere, especialmente a los más vulnerables.
Por otra parte, si alguno de tus hijos tiene talento para empatizar será algo así como el psicólogo de sus amigos. Por favor, enséñale que está bien preocuparse por los otros, pero cuidando no hacer nada que lo ponga en riesgo por complacer a los demás, pues:
Su misión más importante en la vida es ser feliz.
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Recuerda: Ser Tú es un Arte.